Siempre que haya trauma, algo se interrumpe. Puede encapsularse mentalmente. Pero algo queda ahí, detenido. Tal vez ya no sangre.
Pero dónde hubo herida, queda tejido muerto. Ya no forma parte del sistema, ya no participa del todo que somos.
Es Star of Bethelem quien extirpará el tejido necrotico y creará nuevos circuitos, para restablecer la comunicación perdida. La salida siempre es a través. Tendiendo puentes desde lo que fue, a lo que es hoy. Siempre doloroso, pero no hay opción.
Cómo Julio César yendo hacia Pompeya, la suerte esta echada. No hay como rodear , no se puede volver atrás. Hay que cruzar.
Entonces hay que bajar la resistencia. Y para poder hacerlo se debe aceptar. Aceptar es dar entrada. Recibir bien, dar la bienvenida. Nada tiene que ver con la resignación. Ni con la derrota. Ni con el optimismo impostado.
Es reconocer que lo que es, es. Ante lo inevitable, lo único que queda es ir hacia adelante. A través.
Star of Bethelem nos toma de la manos, nos da consuelo y como un Red Bull emocional, nos da alas para hacer ese tránsito posible.