No siempre tenemos claro qué es lo que tenemos que hacer. A veces nos cuesta decidir, ya sea porque todo se ve confuso o bien porque sabemos que al elegir un camino hay otro que dejamos sin recorrer.
Y tal vez en esta indecisión, vamos preguntándole a todo el que pasa qué haría en nuestro lugar. Porque hay una fuerza que nos urge… algo tenemos que hacer.
Pero, y si no hacemos nada? Si dejamos que la arena de la confusión decante hasta que el agua se aclare? Porque si le hacemos espacio a la incómoda incertidumbre, créanme… en algún momento va a pasar.
Y la decisión se va a presentar clara. Entonces si, ese es el momento de actuar.
Mientras tanto, CERATO.