Tengo una incapacidad manifiesta para seguir las recetas. Siempre tengo que meterle mi toque. ☺️
Esto aplica tanto para la cocina, las fórmulas ( en especial las cremas) de las preparaciones magistrales y…
» la vida «.
Supongo que se debe a mi rebeldía acuariana. O simplemente a mi necesidad de control. Vaya uno a saber.
Lo cierto es que es un hecho. No puedo seguir las recetas al pie de la letra. Aunque el camino esté marcado, siempre me pierdo por algún sendero lateral.
Resistirse a lo que uno es, es un desgaste innecesario. Mejor conocerse, tolerarse primero, para aceptarse luego y desde ahí ir rumbeando hacia la meta.

Y acá sin querer deje una receta. No para que la sigas sin protestar. Mejor si te causa alguna incomodidad. Porque desde esa fisura, podemos establecer un diálogo. Vos me das tu opinión. Y yo escucho. Un rato y después, viceversa.
Tal vez entre l@s dos, abramos otra senda, más coherente con lo que somos. Con menor resistencia. Sin importarnos si nos lleva a algún lado, porque vamos disfrutando del viaje. Pero con la secreta certeza que vamos haciendo el camino para llegar a Roma.
O mejor a su anagrama: al Amor.