También tenía un cuaderno en el que escribía frases que me gustaban, decoradas con dibujitos que yo misma hacia. Algo así como un scrapbook vintage. Y en ese cuaderno, había una frase que hoy me apareció en la memoria con carteles de neón.Si amas a alguien déjalo libre. Si vuelve es tuyo. Si no, nunca lo fue.
Me parecía una genialidad. Básicamente porque el libre se llevaba toda mi atención, y no había reparado en el si. Un Chicory por ahí!!
Te dejo libre porque si volves sos de mi propiedad, y entonces puedo dirigirte la vida, para que siempre te quedes a mi lado. Sosteniendo la vela, pagándome emocionalmente todo lo que te doy.
Y te doy mucho, sí. Pero solo para que te quedes, y no te vayas. Mira cuánto te doy, que hasta te dejo libre. Pero solo si no te vas. O cumplís con mis mandatos. Porque además te lo pido amorosamente. Ni te vas a dar cuenta que te estoy mandoneando. Si además lo hago por tu bien.
Te cuido, te atiendo, te sirvo, te doy todo lo que necesites y más. Siempre y cuando te quedes bajo mi ala. Pero si te vas, y no volves pronto, por ahí me enfermo. La culpa te trae en jet. Y te va a mantener cerca, porque con todo lo que te di ésto que te pido no es nada. Además, dónde vas a estar mejor?
Otro bidón de Chicory por favor!!! Y así tal vez, esa gran capacidad de amar encuentre su rumbo.
Amar no admite condiciones. Si uno debe darle libertad a quien ama, tal vez no sea amor lo que estamos sintiendo.
Que tengan un lindo día.