La Terapia Floral construye caminos donde antes no los había. El objetivo no es prescribir remedios, sino guiar al paciente para que descubra la causa de su padecimiento. Esa causa se encuentra al traer a la consciencia las emociones, que muchas veces quedan desdibujadas por los síntomas y vínculos. Ese proceso fundamental de sacar de las sombras lo que sentimos, y darnos cuenta cómo y cuándo lo hacemos, hace del encuentro terapéutico una obra de arte única, que quedará plasmada en las esencias florales prescriptas.